Contribuyendo a la lucha contra la Pobreza desde el Norte (por Jorge Castañeda)

CONTRIBUYENDO A LA LUCHA CONTRA LA POBREZA DESDE EL NORTE

En el mundo somos más de 6.500 millones de habitantes de los que 2.800 millones, casi la mitad, viven con menos de dos dólares diarios y 1.100 millones, una sexta parte, con menos de un dólar al día. Más de 800 millones carecen de acceso al agua potable, 2.600 millones de sistemas de saneamiento adecuados y 1.800 millones carecen de una fuente estable de electricidad.

La magnitud de estos problemas o la distancia que nos separa de las personas afectadas por la pobreza puede llevarnos a pensar que no podemos hacer nada para contribuir a la consecución de los objetivos internacionales de desarrollo, o a pensar que sólo viajando a estos países, como cooperantes, podemos poner nuestro granito de arena para lograr un mundo más justo y sostenible.

En Ingeniería Sin Fronteras Asociación para el Desarrollo (ISF ApD) consideramos que ninguno de esos argumentos debería paralizarnos. Sabemos, por una parte, que en el mundo hay recursos suficientes para que todos podamos vivir dignamente y que es técnicamente posible poner al alcance de todos los medios para cubrir las necesidades de alimentación, salud, vivienda y educación. Y, por otra, estamos convencidos de que todos podemos contribuir a la lucha contra la pobreza: somos ciudadanos del mundo y, por tanto, lo que consumimos, dónde invertimos nuestro dinero, a quién votamos o qué opinamos puede repercutir positiva o negativamente en el desarrollo de los países del Sur.

También el voluntariado es importante, imprescindible. Nuestro tiempo es clave para la consecución de los objetivos que se plantean la cooperación internacional y las ONG de cooperación al desarrollo. Y no es viajando a los países del Sur donde nuestro voluntariado tendrá más impacto, hay mucho que hacer aquí, en España, en nuestras ciudades y pueblos, para ayudar a luchar contra la pobreza en los países del Sur.

En ISF ApD, por ejemplo, contamos con casi 400 voluntarios que cada día contribuyen a la misión de nuestra organización: poner la tecnología al servicio del desarrollo humano y a favor de la lucha contra la pobreza, para construir una sociedad más justa y solidaria, y, como decíamos más arriba, la mayoría de ellos lo hace desde el Norte, desde nuestras sedes de Canarias, Castilla–La Mancha, Extremadura y Madrid.

Nuestros proyectos en Mozambique, Tanzania, Nicaragua y Perú no serían una realidad sin, por ejemplo, los voluntarios del Grupo de Relaciones con Entidades Privadas que trabajan para conseguir financiación de empresas o colegios profesionales. Tampoco serían posibles sin la contribución de los voluntarios agrupados en las áreas en las que trabajamos -agua, energía, TIC y desarrollo agropecuario-, que investigan, colaboran y asesoran a nuestros equipos de proyectos y en terreno.

El equipo de traducción hace un trabajo imprescindible para cualquier actuación en Mozambique o Tanzania, salvando la siempre complicada barrera del idioma.

Sin duda el papel de la ciudadanía es clave para lograr un mundo más justo y solidario. Por ello, en ISF ApD también trabajamos para promover un cambio de actitudes y comportamientos en la sociedad española, fomentando valores de justicia y solidaridad, a través de acciones de sensibilización, movilización y educación para el desarrollo. El Grupo de Movilización Social es uno de nuestros equipos que tiene como objetivo el fomento de una ciudadanía activa, crítica y comprometida con el desarrollo humano.

También tiene este objetivo el Grupo Universidad, formado por casi 100 jóvenes estudiantes de diferentes escuelas técnicas, aunque su ámbito de actuación, como su nombre indica, es el universitario. Sus acciones van dirigidas a sus compañeros de clase, al profesorado y al personal de administración y servicios, haciendo de las universidades lugares más solidarios y comprometidos.

Pero no sólo las personas tienen capacidad de incidencia, también las empresas pueden ser un actor relevante en la contribución al desarrollo sostenible. El Grupo de RSC, entre otras actividades, trabaja para que estas entidades tengan en cuenta el impacto de su actividad en los países del Sur dentro de su estrategia, actuando responsablemente y logrando un impacto positivo en el desarrollo.

En el día a día de una organización como ISF ApD es también clave el voluntariado para acciones de comunicación, captación de socios, gestión económica, recursos humanos, soporte informático, secretaría, y un largo etc.

En definitiva, desde una tarea tan simple como hacer una fotocopia hasta una tan compleja como presidir la junta directiva de una organización como ISF ApD, el tiempo dedicado por los voluntarios es imprescindible para la lucha contra la pobreza en los países del Sur. Cada persona, independientemente de su formación, sus inquietudes o su tiempo, puede colaborar con una ONGD y puede hacer su pequeña aportación al objetivo común del desarrollo humano y sostenible.

2011 ha sido declarado el Año Europeo del Voluntariado, coincidiendo, además, con el décimo aniversario del Año Internacional de los Voluntarios de las Naciones Unidas, celebrado en 2001. ¿Hay un momento mejor para reafirmar nuestro compromiso con la población más vulnerable de los países del Sur?, ¿Hay un momento mejor para empezar a hacer voluntariado?


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