Si la Economía levantara la cabeza…

En nombre de la Economía se justifican programas de ajuste y recortes, se vulneran derechos básicos como la educación, la sanidad, los empleos dignos o la protección social.  Ay, si la Economía levantara la cabeza…

Los fundadores de la Economía fueron filósofos morales que aplicaron su análisis de la naturaleza humana a los problemas sociales. Estos postulados clásicos sobre la naturaleza humana formaron la base de lo que se llamó la Economía Política que, hace algo más de un siglo, se transformó en Teoría Económica, una ciencia social.

Paulatina y crecientemente, la Teoría Económica se especializó en el estudio de dichos problemas a través de modelos matemáticos, en un absurdo intento de “ascender” en la escala científica y convertirla en una ciencia exacta. Así la Economía se fue alejando cada vez más de esa idea originaria de garantizar la satisfacción adecuada de las necesidades humanas en base a los recursos disponibles.

La última fase del capitalismo, el capitalismo financiero y especulativo, ha  supuesto que lo que llamamos Economía esté todavía más alejado de lo que es la economía real. Se ha creado una economía ficticia, representada en activos financieros sin un reflejo físico detrás que, desgraciadamente, arrastra tras de sí efectos innegables sobre la realidad, las empresas creadoras de riqueza efectiva y de empleo, y efectos perversos sobre la ciudadanía. Las decisiones llamadas económicas son ahora mayoritariamente tomadas en despachos sin alma, (incluso directamente por ordenadores que siguen criterios meramente matemáticos), sin respeto alguno a valores morales.

Todo esto ha hecho que las desigualdades, lejos de disminuir, aumenten y ha supuesto que aquellos que han conseguido posicionarse en el lado ganador, gracias a su riqueza, hayan logrado también un mayor poder político. Así vemos como los grandes capitales con sus think tanks, lobbies, medios de comunicación… poco a poco van logrando que sus intereses se filtren en las agendas políticas, influyendo en los espacios donde se toman las decisiones, haciendo que estas se adapten a sus deseos y necesidades para seguir inamovibles en su situación privilegiada; logrando así que su forma de ver el mundo pase a ser también la nuestra y que aceptemos la vulneración de derechos básicos a nivel global como un “No hay alternativa”.

Si queremos revertir esta situación y luchar contra la desigualdad y lograr un desarrollo sostenible, como se pretende en los compromisos adquiridos por la mayoría de los países en el marco de la Agenda 2030, quizás sea necesario pararse a pensar y darnos cuenta de que la Economía no es un monstruo que va por libre, sino que fue creada y diseñada por y para seres humanos; como se dice en el video: “la economía es la forma en la que organizamos los recursos y el objetivo debería ser el bienestar de las personas y del  planeta. La economía puede funcionar de otras maneras, porque la economía también es política, y la política si no la haces, te la hacen”.

Así pues, hagamos economía, porque sólo así lograremos desbancar a los mercados y lograr que la sostenibilidad de la vida esté en el centro de la misma: #HazEconomía.

 

Por Freest Saralegui Harries y Eba Armendáriz Echániz, de Economistas sin Fronteras

Parte de este artículo fue extraído del artículo “El papel de los/as economistas en la sociedad“ escrito por Juan Gimeno Ullastres para el núm 12 de la revista “Economistas.”

 

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