Nosotras, mujeres del mundo,¡paramos!

Grupo de Género de la Coordinadora de ONG para el Desarrollo

La solidaridad es nuestra fuerza. Nosotras, mujeres del mundo, nos unimos frente al heteropatriarcado que nos discrimina, nos maltrata y asesina. El 70% de las personas pobres en el mundo son mujeres; realizan el 66% del trabajo, producen el 50% de los alimentos, pero solo reciben el 10% de los ingresos y poseen tan solo el 1% de la propiedad. El 83% de quien cuida a las personas dependientes son mujeres. Una de cada tres mujeres ha (hemos) sufrido violencia física o sexual. Solo en España, 20 mujeres han sido asesinadas en lo que va de año. Y así podríamos seguir en una infinita descripción de las nefastas consecuencias que el sistema capitalista y patriarcal tiene sobre la vida de millones de mujeres y niñas en todo el mundo.

El día 8 de marzo, Día Internacional de las Mujeres, nos unimos a millones de compañeras que en todo el planeta exigen el fin de la discriminación y la consolidación de sistemas que garanticen nuestros derechos. No sumamos al paro internacional y decimos ¡basta!

El machismo no entiende de países ni fronteras. 2016 fue un año duro; el inicio de 2017 también lo está siendo. El ascenso al poder de Trump y sus políticas misóginas, la despenalización de la violencia de género en Rusia, la prohibición del aborto en Polonia,  los feminicidios que a diario se producen en todo el mundo, la persecución de las mujeres que defienden la tierra y sus recursos frente a transnacionales y mineras… La lista de violaciones de los derechos de las mujeres es inabarcable.

Desigualdades como violencia hacia las mujeres

Las desigualdades entre hombres y mujeres son enormes. Desigualdades que son, ante todo, expresiones de violencia hacia las mujeres. La brecha salarial es escandalosa; en el caso de España, fue casi de un 24% en 2016, la más alta de los últimos seis años. El techo de cristal, que impide que ascendamos a puestos directivos, continúa limitando nuestras carreras –también en el sector de la cooperación, donde el 70% de los puestos de presidencia están ocupados por hombres.

Las violencias también se manifiestan en la crisis de cuidados. Cuando hablamos de cuidados nos referimos al trabajo que sostiene la vida: alimentación, labores domésticas, cuidado de personas enfermas, tareas relacionadas con la alimentación… Responsabilidades que suponen una enorme carga de trabajo y que, aún siendo fundamentales para que las sociedades se sostengan, son totalmente invisibilizadas. Las mujeres se ven obligadas a compatibilizar estas tareas de cuidados con sus trabajos formales que, además, suelen presentar peores condiciones que las de sus pares masculinos. En los últimos tiempos, esta precariedad laboral se ha agudizado: de cada 26 mujeres que optan por un trabajo de este tipo para conciliar, tan solo un hombre lo hace.

La manifestación más extrema de estas violencias es el feminicidio. En el mundo, miles de mujeres son asesinadas sin que se tomen las decisiones políticas que acaben con esta situación. España no es diferente. Desde hace 26 días, varias mujeres víctimas de la violencia de género, están llevando a cabo una huelga de hambre para exigir 25 medidas que machismo imperante. Hasta ahora, ningún partido político se ha reunido con ellas.

Paro Mujeres

Medidas concretas ¡ya!

49 países de todo el mundo se han sumado a esta iniciativa que promueve el paro en el trabajo, los cuidados y el consumo. Ante el machismo impuesto por el sistema patriarcal y capitalista la única respuesta es la lucha femenina y feminista que nos une más allá de fronteras o identidades. Si las mujeres se paran, el mundo se para.

Pedimos a los gobiernos medidas reales y eficaces que combatan las múltiples violencias que afectan a nuestras vidas. Exigimos que la seguridad, el acceso a la salud y el reconocimiento de nuestros derechos sean garantizados. En España urge un Pacto de Estado contra las violencias de género; no parece, sin embargo, que los partidos políticos estén dispuestos a ello en vista de su falta de disposición para dialogar con las mujeres en huelga de hambre en Sol.

El libre ejercicio del derecho a la huelga y al paro parcial debe ser garantizado. Llamamos a todas las mujeres y organizaciones a sumarse al paro internacional; también a los hombres que realizan a diario una revisión constante del sistema patriarcal y que son capaces de acompañarnos en nuestras luchas.

La solidaridad (internacional) es nuestra fuerza. Como organizaciones internacionalistas, apostamos por las luchas que nos unen a quienes, desde distintos lugares, exigen el fin del patriarcado. Las mujeres de todo el mundo paramos por nuestros derechos. Nos quieren solas y con miedo. Nos tendrán unidas, fuertes y combativas.

 

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