Razones, también las mías, para el #17O

Siempre he tenido una sensibilidad especial por la gente que sufría y lo pasaba mal, me parecía que era muy afortunada por vivir donde vivía, por tener una familia que me cuidaba, un trabajo, unos estudios, unos derechos… ¿Por qué no podía ser igual para todo el mundo?. Me movía como voluntaria en organizaciones, en la asociación de vecinos de mi barrio, barrio obrero del Sur de Madrid, con unas necesidades tremendas. No me ha parecido nunca un merito sino una obligación y además yo he aprendido tanto y me ha hecho tan feliz que no entiendo mi vida de otra manera.

Al final tuve la suerte de dedicarme profesionalmente a la cooperación, decisión difícil ya que los sueldos y el compromiso personal que requieren son más de 8 horas al día, pero siempre encontré el apoyo de los míos. Lo importante es que fuese FELIZ y yo soy Feliz en esto. Llevo 12 años trabajando en una organización pequeña, en la que tienes que hacer de todo, elaborar proyectos, tratar con contrapartes, con financiadores, realizar actividades, poner y quitar puestos de comercio justo, asistir a reuniones, tener siempre la mejor de tus sonrisas para los voluntarios. Participó activamente en las reivindicaciones sociales que por desgracia se están dando en España, porque los recortes en Educación, Sanidad, Acción Social generan pobreza y vulneración de derechos. Para mi no es un tema de solidaridad es de JUSTICIA. He tenido la suerte de estar en terreno y solo quiero cumplir lo que una vez me dijo una mujer de una aldea en Kenia, “por favor no nos olvides…”. Yo siempre intento cumplir mis promesas, por eso no falto a la cita el 17O.

                               Sonia Ortega, Fundación Pueblos Hermanos

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