Publicado en La Tribuna de Salamanca por Manuel Rodríguez Fraile
En su intervención ante la Comisión de Cooperación Internacional para el Desarrollo del Congreso de los Diputados, a mediados de pasado mes, el actual ministro de Asuntos Exteriores y Cooperación, José Manuel García-Margallo, afirmó: «recortar en cooperación es una opción extremadamente dolorosa, pero la otra opción, a lo mejor, es recortar pensiones o cerrar ambulatorios», argumento que tal vez suscribiría el responsable de dicha cartera el ejecutivo anterior, ya que la ayuda a los países en desarrollo ya sufrió drásticos recortes en la anterior legislatura.
La primera pregunta que me viene a la cabeza al leer las palabras del ministro es ¿por qué? ¿Por qué es mejor recortar ayuda a los países necesitados de ella, antes que en pensiones o cerrar ambulatorios? La afirmación del ministro deja traslucir una preocupante cuestión ¿acepta el ministro, y todo el ejecutivo con él, que existen seres humanos con más derechos que otros?; ¿será que admiten la existencia de una clase superior de seres humanos frente a otras clases inferiores con menos derechos?. Porque si no es así, para el ministro debería ser, al menos, igual de doloroso recortar en la atención a los seres humanos que viven en países empobrecidos, que hacer recortes en pensiones o cerrar ambulatorios en este país.
Entonces, ¿por qué para el señor García-Margallo resulta más justificado, en estos tiempos de crisis para todos, recortar en fondos que irían destinados a cubrir necesidades básicas de personas con escasos recursos, que tomar medidas que afectaría a satisfacer necesidades de ciudadanos de este país? Puede que sea partidario de eso de “nosotros primero” o “España para los españoles”. Lamentablemente, creo que la cosa tiene un calado aún mayor. Nuestra clase dirigente ha perdido su vocación política original. Su prioridad ya no es el bien colectivo ni su aspiración última lograr la justicia social. Hoy, su prioridad es el bien del partido y su cortoplacista horizonte no alcanza más allá de las próximas elecciones.
Por eso cuando aplican estos nuevos principios a la acción de gobierno, sus gestiones son pobres y falta de horizontes a largo plazo. Cuando las cosas van bien todo es fácil, pero la altura y la honestidad política se demuestran, precisamente, cuando las cosas van mal.
Afirmaciones como las del señor Ministro, acciones y recortes como los que está realizando el actual gobierno, que se suman a los ya ejecutados durante la legislatura anterior por el Partido Socialista, nos trasmiten la idea de que los seres humanos no somos iguales, no tenemos los mismos derechos, ya que imponen un mayor sacrificio, precisamente, a los que menos tienen, a los más necesitados de ayuda y ¿por qué?. Pues, porque no votan, porque no son de su partido, porque no los necesarios para mantenerse en el poder y a los pensionistas, sí. Y arremeter contra los más débiles es de cobardes, por esa razón creo que tenemos unos gobernantes enanos políticamente y cobardes en su acción de gobernar.
No me sirvió
Hola Fernanda,
Gracias por tu comentario. ¿A qué te refieres?
Saludos,