Contra la desigualdad obscena, trabajo decente

Conmemoramos, un año más, la Jornada Mundial por el Trabajo Decente. Una iniciativa promovida por la Confederación Sindical Internacional (CSI) que, desde 2008, concentra los días 7 de octubre movilizaciones en todo el planeta en defensa de unas condiciones de trabajo dignas.
Este año, Comisiones Obreras sitúa la lucha contra la precariedad laboral en el centro de la reivindicación. El empleo de calidad y con derechos, salarios dignos y un sistema público de pensiones fuerte y sostenible son fundamentales para garantizar al conjunto de la clase trabajadora una vida digna.
Es el momento de intervenir para que el futuro no se construya sobre cimientos de precariedad, para que no se consolide el retroceso en derechos vivido durante la crisis. Una crisis que ha servido de excusa para empeorar las condiciones de trabajo, reducir los salarios y aplicar la receta de la austeridad a los más débiles de la economía, disparando las desigualdades en nuestro país.
Como señala la Confederación Sindical Internacional (CSI), el trabajo decente debe ser un elemento central de las acciones y políticas de los gobiernos para recuperar el crecimiento económico y construir una nueva economía mundial que dé prioridad a las personas. “Los Gobiernos han de prestar atención a las reivindicaciones de los trabajadores y trabajadoras que reclaman salarios decentes, empleos seguros y con derechos, y que deje de ser la codicia corporativa de las empresas la que establezca las reglas de la economía. Esto implica asegurar que los salarios mínimos sean suficientes para garantizar un nivel de vida digno y que todos los trabajadores y trabajadoras tengan derecho a afiliarse a un sindicato y a la negociación colectiva”.
Ya en la primera convocatoria, allá por el año 2008, la Jornada puso el foco en la lucha contra la pobreza y las desigualdades, un objetivo que ha compartido a lo largo de esta década con la campaña mundial contra la pobreza, abordando cuestiones de comercio global, ayuda e inversiones.
Con tan sólo diez días de diferencia, el 17 de octubre, y en este caso junto a la Alianza Española contra la Pobreza y la Desigualdad, volveremos a denunciar la injusticia que encarna un modelo económico que ha propiciado que desde 2015 el 1% acumule más riqueza que el resto del planeta , mientras el 80% de la población mundial considera el salario mínimo de su país demasiado bajo.
Pese a sus distintos orígenes, la Jornada Mundial por el Trabajo Decente y el Día Internacional para la Erradicación de la Pobreza están estrechamente vinculados y nos recuerdan, una vez más, la urgente necesidad de mejorar la distribución de los recursos en este planeta. Porque son inaceptables las altas tasas de pobreza, porque no hay vida digna sin trabajo decente. Es hora de acabar con la #DesigualdadObscena

Paula Guisande, Secretaria de Política Social y Movimientos Sociales, CS CCOO

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