A diferencia del Gobierno, la pobreza no está en funciones en España: gobierna las vidas de 13.334.573 personas (28,6% de la población). Mientras el debate social y político gira sobre otros derroteros: de la gestora del PSOE al corte de mangas de Piqué, la situación de más de una cuarta parte de la población pende de un hilo. Un hilo tan fino que permanece invisible para la la opinión pública. Una mayoría silenciosa permanece en la cuneta de la indiferencia. La agenda política siempre establece otras prioridades, ajenas a mejorar la calidad de vida de la población más vulnerable. Ya dijimos en otras ocasiones que la pobreza nunca está en crisis, siempre aumenta sus beneficios a costa de millones de personas. Personas como tú y como yo que son una de cada cuatro personas de quienes nos cruzamos por la calle. Persona que no es que no puedan llegar a final mes, es que no llegan al final del día. No es una desgracia divina: es consecuencia de políticas económicas y sociales que no van dirigidas a corregir las diferencias en el sistema, sino que las amplían. El actual modelo de desarrollo no contribuye de ninguna manera a erradicar la pobreza y la desigualdad, sino que las hace más intensas y extensas.
Para poner cifras a esta cruda realidad, el VI informe ‘El Estado de la Pobreza. Seguimiento del indicador europeo AROPE (riesgo de pobreza y exclusión social) 2009 – 2015’ no deja lugar a dudas: la pobreza y la desigualdad no disminuyen con el incremento del PIB ni de determinados indicadores macroeconómicos, sino que aumentan. La supuesta recuperación económica no es más que un lavado de cara de un sistema que deja ‘sistemáticamente’ a millones de personas fuera. Los mal llamado brotes verdes están aumentando la brecha de la desigualdad hasta situarnos en el TOP 3 de la UE en esta materia (dudoso honor), sólo por detrás de Rumanía y Serbia. En la UE-28, el indicador de riesgo de pobreza y exclusión europeo (AROPE) de 2015 llega al 24,4%: un total de 122,3 millones de personas. En el caso de España, el AROPE es del 28,6%, un total de 13.334.573 personas. Las tasas de AROPE más altas están en Andalucía, con 43,2%, y Ceuta , con 41,7%. Las más bajas corresponden a Navarra, con 13%, y el País Vasco, con 17,6%. (Si se utilizan las rentas territorializadas para los cálculos de la pobreza relativa y del AROPE, las diferencias entre CCAA son mucho menores)
Respecto a la pobreza severa, el informe arroja cifras aún más sonrojantes. 3.543.453 personas viven en España con 333,8 euros mensuales (para el hogar de una sola persona), ingresos por debajo del umbral del 30% de la mediana de la renta. Una pobreza aún más invisible, aún más dolorosa. Las familias monoparentales también son especialmente vulnerables al riesgo de pobreza y exclusión social. Una de cada dos vive en esta situación. Tampoco el empleo es a día de hoy garantía para llevar una vida digna. En un país que bate récords europeos de desempleo (rondando siempre el 20%), la precarización y temporalidad han ocasionado. La tasa de trabajadores/as pobres (que no superan el umbral de pobreza, a pesar de tener un trabajo) ha pasado de 11,7% en 2013 a 14,2% en 2014 y a 14,8% en 2015. Pobres empleados. Mano de obra barata que sostiene la estructura de un sistema desigual e ineficiente que perpetúa las situaciones de pobreza, exclusión social y desigualdad. Un sistema que no ataja las causas de la pobreza sino que las impermeabiliza, convirtiendo las medidas políticas adoptadas hasta el momento en ineficaces.
En este contexto, la lucha contra la desigualdad, los derechos de las personas y la sostenibilidad medioambiental, están más que nunca amenazados por el actual modelo de desarrollo y los nuevos acuerdos internacionales (TTIP, CETA y TISA), que convierten los derechos de las personas y la justicia social en papel mojado.
Los datos demuestran que el mero crecimiento económico no es suficiente para reducir la tasa de personas en riesgo de pobreza y de exclusión. La capacidad redistributiva de las políticas sociales tiene que ser priorizada, para lograr una mayor cohesión social y equidad en todo el país. La pobreza y la desigualdad no están en funciones. Nos gobiernan ¿Hacemos algo?
El próximo sábado 15 de octubre, en el marco de la semana de lucha contra la pobreza, salimos de nuevo a las calles para gritar de nuevo que otro mundo es posible. La vida de millones de personas en todo el mundo está en juego. Personas que no viven en funciones. Son nuestra MAYORÍA ABSOLUTA. Exigimos soluciones basadas en derechos ¡No dejemos a nadie atrás!
Jonás Candalija, EAPN-España
Hay que decir NO a la pobreza y segir luchando por la iguaidad para todos. Creo que todos juntos podemos contra esta lacra que pasamos las personas de 3 sector animo y mi apoyo grandidimo a la Red de la EAPN ES. Y EAPN RM un saludo de Pedro Bañon. Participante del grupo de participacion de la EAPN RM
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