“Qué incordio. Justo mañana que tengo tanto que hacer. Y justo a las horas que más agua uso. A llenar cubos, qué fastidio, de verdad. Se pierde más tiempo que yo qué sé… en fin”
Y eso que tenemos agua para llenar todos los cubos que queramos antes del corte. Y eso que nos pasa de ciento a viento. Y eso que al día siguiente ya tenemos nuestros siete u ocho puntos de agua potable disponibles de nuevo (¿alguna vez te has parado a contar cuántos puntos de agua tienes en tu casa?)
El próximo 22 de marzo es el Día Mundial del Agua y esta semana se nos clavaban los ojos en este titular: “Más de la mitad de las ciudades del mundo se quedarán sin agua en 30 años”. Tremendo. Según un estudio de la universidad alemana de Kassel, esta escasez de agua afectará a 500 millones de habitantes de grandes ciudades, sobre todo del sudeste asiático y de Norteamérica. En los últimos 60 años, hemos cuadriplicado nuestra demanda de agua al planeta debido a la creciente urbanización, al aumento de higiene, a nuestros sistemas de riego… Y parece ser que dentro de 30 años le pediremos aún un 80% más. A cambio le vamos a pagar con un estupendo calentamiento global. Toma trato.
Sin embargo, no hace falta irse tan lejos en el tiempo: hoy en Ciudad del Cabo, debido a la sequía que sufre África austral desde 2015, se están quedando sin agua y las autoridades municipales ya han limitado el consumo de agua a 50 litros por habitante al día. La ducha está limitada a 90 segundos (¿alguna vez te has parado a contar cuántos segundos (¡!) duran tus duchas?)
En medicusmundi sabemos que el agua es uno de los determinantes de la salud más cruciales: sin agua de calidad, animales, personas y cultivos mueren en pocas horas/días, y por eso, parte de nuestra tarea también está en intentar mejorar situaciones difíciles creadas por problemas con el agua.
Por ejemplo, en Nemba, Rwanda, donde desarrollamos uno de nuestros proyectos podemos encontrar, según la zona y la época del año:
…sequía, con la consiguiente pérdida de cosechas y desnutrición.
…inundaciones que matan a personas y animales… destruyen viviendas, cosechas, infraestructuras como puentes, carreteras, canalizaciones y tomas de agua.
…agua contaminada y contaminante de alimentos que al ser ingerida provoca enfermedades como la diarrea, que cada año mata a 842.000 personas.
…agua lejana: en la zona de Nemba, las familias tienen que recorrer varios kilómetros diarios entre colinas para llegar a las pocas fuentes de agua potable.
… agua cara: en Rwanda, y en la zona Nemba, donde el nivel de pobreza es tan alto, además de cargar con el agua, hay que pagarla.
Las ONG, con el apoyo de la ciudadanía, contribuimos cada día a mejorar esta situación, por ejemplo, apoyando la construcción de cisternas para recoger agua de lluvia y dejando a punto tomas de agua en edificios públicos, como pueden ser los centros de salud. También fomentamos iniciativas que buscan la mejora de la higiene de las familias, evitando así enfermedades fácilmente prevenibles.
También actuamos cuando ocurre una catástrofe, como las inundaciones, rehabilitando infraestructuras básicas, como puentes y canalizaciones y ofreciendo nuestra ayuda a las familias afectadas, que además de sufrir los destrozos en su hogar, en sus tierras, ven peligrar su manera de ganarse la vida.
Y aquí encontrarás, por este Día Mundial del Aguia, iniciativas reales y concretas, caminos abiertos que hoy ya se están transitando hacia un uso responsable de este bien inmenso que nutre nuestra tierra.
Nerea Araujo Barón, medicusmundi Navarra-Aragón-Madrid