Francesc Mateu (@frmat) – Vicepresidente de la Coordinadora de ONGD – Artículo publicado originalmente en Ara
Conocemos sobradamente la capacidad de algunos políticos de dar la vuelta a la realidad. Lo vemos a menudo y especialmente en según qué temas. Pero a pesar de que esta práctica es habitual y diaria (que no normal), las declaraciones de hoy del ministro Zoido, han traspasado los límites de la lógica y de la vergüenza. Basta!
El ministro ha afirmado: » Hay que concienciar a las ONG que se está para ayudar y no está para favorecer o potenciar la inmigración irregular «. Y se ha quedado descansado. Lo ha dicho entrando a una reunión en Bruselas y por tanto no son declaraciones improvisadas.
¿Que deja en el subconsciente esta frase?
Lo primero que deja en el subconsciente es que son irregulares. No Sr. Zoido, NO. La gente que huye de un conflicto o una guerra estando amparados por la convención de Ginebra y no son irregulares. Otro tema es que España no cumpla sus obligaciones legales y no respete la legislación internacional. Pero NO son irregulares.
La segunda es que insinúa que las ONGs potencian la inmigración porque ayudan a los que vienen. Dicho así ignora y oculta deliberadamente la multiplicidad de causas que generan el desplazamiento humano para dejar como causa principal a las ONG. Y eso es una falacia. Detrás la afirmación esconde todas las causas y esconden también todas las responsabilidades directas de España entre las que se encuentra la venta de armas a países que no respetan los derechos humanos, el efímero y discreto paso español por el Consejo de Seguridad, la dejadez de política internacional, el nulo trabajo por un mundo en Paz y un largo y triste etcétera de razones.
¿Y que más esconde esta frase?
Oculta el flagrante incumplimiento de los compromisos de acogida de personas refugiadas que tenía el Gobierno Español. España ha acogido sólo un 8,6% de las personas refugiadas comprometidas y sólo faltan 81 días para que se cumpla el plazo de los dos años que tenía. Y esconde los esfuerzos que hacen para que la UE les rebajen la cuota con la excusa de que no es posible. Canadá en tres meses reasentó a 32.000 personas. Por tanto es evidente que las excusas no se aguantan por ningún lado. Son exactamente los tres meses que le quedan al gobierno, y la demanda concreta que hacen 280 entidades con el contador de #VenidYa
Lo segundo que oculta son todas las trabas legales que pone el Estado español para que lleguen las personas. Es prácticamente imposible llegar legalmente en España. Y así como las causas que provocan el desplazamiento son multifactoriales, las causas de «como» viajan son todas imputables a esta razón. Y este es el verdadero motor de todas estas aventuras inhumanas que vemos. Y es el talón de Aquiles que les quita cualquier legitimidad a la hora de defender la legalidad. Si la legalidad la tienen secuestrada, no podemos exhibirla como bandera de igualdad y exigencia.
Ocultan también la valla de Ceuta y Melilla, las cuchillas, los probables acuerdos con Marruecos para que aleje las personas de la valla, las devoluciones en caliente, los tiros a inmigrantes desde la playa del Tarajal, las condiciones en el CETI, .. y una inacabable lista de vulneraciones de la legalidad internacional (que parecen ignorar sin problemas)
Y esconde también que con el recorte de los fondos de cooperación un 70% ya no trabajan para combatir las causas. Y menos cuando dicen que quieren dedicar una parte importante de lo poco que queda el control de fronteras. Control de fronteras, ni es cooperación ni es trabajar para evitar las causas que generan la pobreza.
Pero no quiero terminar el artículo sin hablar sobre una expresión en concreto, a la que probablemente no damos importancia y nos infiltran hasta el subconsciente. La tenemos interiorizada y ya ni nos escandaliza. Es el término: «Migración irregular». Estas dos palabras encierran una realidad muy peligrosa. Cuando hemos declarado a alguien como irregular y/o ilegal, hemos conseguido que deje de ser problema nuestro. Nos podemos desentender humana y políticamente de alguien si está al margen de la ley. No se necesitan esfuerzos ni un trabajo extra. Pero no olvidemos de que ese «alguien» es una persona. Y ese alguien es humano y tiene unos derechos por muy «irregular» que sea su llegada. Derechos que le da la legislación internacional y derechos inherentes por el solo hecho de ser persona.
Nuestra dignidad y la suya están íntimamente ligadas. En el mismo instante que ellos pierden la dignidad porque no se respetan sus derechos, nosotros la perdemos si no hemos hecho todo lo posible para que esto no ocurra. No lo olvidemos. Muchos ciudadanos no queremos perder la dignidad como la perdida el ministro.
Muy buen articulo!